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Abreviaturas
“CARNERO” X ‘Cabrío’
Los Cuatro Caballos y Caballeros del Apocalipsis.
El Caos de las Religiones y La Purificacion de la Iglesia
El Mayor Enemigo de la Humanidad
Las Siete Iglesias Profeticas del Apocalipsis
Plan Perfecto de Dios para la Iglesia
Numerologia Biblica
Atalaya Doctrina
Bautismo y Cena
Trinidad
Diezmo
El ministerio femenino
Los 2 animales de 7 cabezas y 10 cuernos
1°, 2º y 3º atalaya
Los Excluídos del Mundo
Dedicatória
La Razon Por qué Escibí

 Cielo o Infierno
   Jesús pregunta y responde en Mt 16:
26- Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
   Todos dan valor a la vida y tienen pavor de la muerte, y saben que van a morir; si creyeran en las verdades bíblicas harían de todo para escapar de la muerte, y del infierno.   
   Toda religión para ser religión, tiene que mostrar alguna esperanza después de la muerte.
 No tendría sentido solo nacer, vivir, morir y fin de todo; por eso surgen muchas falsas, facilitando el cielo, para que las personas se confundan y no se arrepientan.
    La católica dice que los niños que mueren se vuelven angelitos en el cielo; otras ignoran el asunto.
    Si Dios no quisiera probarnos aquí en la tierra, nos haría nacer en el cielo sin riesgos de terminar en el infierno. Otras amenizan e inclusive niegan el infierno. Tenemos dos motivos muy importantes, para obedecer a Dios.

1º Por el premio en el cielo.
    2º Por el castigo en el infierno.
Jesús cuando habla a Nicodemos - Juan 3:
3- (...) De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios. (Ni ver)
5- (...) que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. (Aquí no entra, pero ve).
Jesús mostró como va a ser, en la ilustración de la parábola, el rico fue al infierno, no entró, solo vio a Lázaro en el cielo.
En Juan 1-
11- A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron
12- Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre:
13- Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios.

   Esas tres voluntades, del Padre y de la Madre, no nos dan el derecho de entrar, y ni de ver, como es el caso de los niños, o de personas que nunca escucharon el evangelio de Cristo.
 
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