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Abreviaturas
“CARNERO” X ‘Cabrío’
Los Cuatro Caballos y Caballeros del Apocalipsis.
El Caos de las Religiones y La Purificacion de la Iglesia
El Mayor Enemigo de la Humanidad
Las Siete Iglesias Profeticas del Apocalipsis
Plan Perfecto de Dios para la Iglesia
Numerologia Biblica
Atalaya Doctrina
Bautismo y Cena
Trinidad
Diezmo
El ministerio femenino
Los 2 animales de 7 cabezas y 10 cuernos
1°, 2º y 3º atalaya
Los Excluídos del Mundo
Dedicatória
La Razon Por qué Escibí

     Si tú piensas que tu iglesia es verdadera, yo también pensaba, pero cuando quise poner en práctica la Biblia y que Ella fuese cumplida en la iglesia, las personas más queridas y amigas y los hermanos íntimos, se volvieron los peores enemigos, y vi que estaba como un cordero en medio de los lobos (y vi que los enemigos no estaban en el mundo pero dentro de casa, la iglesia).
¿Tú crees que vale la pena celar por el cuerpo, con ejercicios y deportes? ¿Y aprovechar la vida? ¡Tú estás perdiendo! 1 Ti. 4: 8- Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad (santos) para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.     
Jesús nos dice en Mt. 16-26:
 26- Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si granjeare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
 Si tú piensas que es solo creer, aceptar y adquirir conocimiento

bíblico, y guárdatelo para ti, con la iglesia equivocada y tu hermano perecer y tú quedarte callado, y no confesar para no ser perseguido.
¿Tú piensas que te vas a salvar así? ¡Estás muy engañado!  Juan 12:
42- Con todo eso, aun de los príncipes, muchos creyeron en él; mas por causa de los Fariseos no lo confesaban, por no ser echados de la sinagoga.
43- Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios.

   Porque después que tenemos conocimiento, una de dos: o somos un Atalaya, o negamos ser y aguantamos las consecuencias.
Jesús nos alerta en la Parábola del siervo vigilante que cuando el vuelve Lc. 12:
36- (...) para que cuando viniere, y llamare, luego le abran.
37- Bienaventurados aquellos siervos, á los cuales cuando el Señor viniere, hallare velando: de cierto os digo, que se ceñirá, y hará que se sienten á la mesa, y pasando les servirá.
 
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