come, ni  toma (ellos lo hacen el jueves junto con otras más, así pierde todo sentido, ¿si tomar antes, como va a memorizar el sacrificio después?) Y hay muchos otros tipos extraños a la Biblia.
Jesús habló bien claro en Juan 6.41 a 59:
48- Yo soy el pan de vida.
54- El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero.
 57- Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. (Esa es una cena que compromete, hay que comer y vivir para El).   
   Jesús habló bien claro lo que va a suceder con esos que no tuvieron tiempo para Él; como los invitados de la parábola de la Gran Cena. Lucas 14. 18 a 20.
    Y comparó con La Parábola del Sembrador (Lc 8.14), con los que están en la Iglesia, y no dan frutos, porque están involucrados con el mundo rodeados de espinos).
1º Cuidado: “compré 5 yuntas de bueyes”

(casa, hijos, trabajo).
2º Riqueza: “ver el campo”. (No pueden adorar a dos Señores.).
3º Deleites: casé  (placeres y diversiones).
   Son disculpas bíblicas, no alcanza a todas, no es pecado, pero no da fruto.
      Para ser cristiano no es solo arrepentirse, no pecar es ser un adorno en la Iglesia.
    Juan Bautista, Jesús y los Apóstoles hablaron tanto: produje frutos dignos de arrepentimiento, el árbol (rama) que no da frutos, es cortada.
    Paulo dice que cuando las personas participan de una cena sin discernimiento, a más del juicio para sí, se vuelve una iglesia débil, enferma en todos los sentidos. 1 Co. 11-
29- Porque el que come y bebe indignamente, juicio come y bebe para sí, no discerniendo el cuerpo del Señor. 30- Por lo cual hay muchos enfermos y debilitados entre vosotros; y muchos duermen. (No producen frutos, es como si estuvieran muertos).